29.9.05

la difunta esperanza

viendo qué onda con las aceitunas, hicimos un viaje a cruz del eje (atravesando las serranías de córdoba)

unas fotitos del camino

1) ofrendas a la difunta correa

2) unos kms adelante un mionca lleno de botellas plásticas vacías


3) volverá la promesa hecha agua de mesa a la mesa del promesante??????
qué sentirá el trasero del que usa los nuevos juegos de jardín hechos con plástico triturado?????

28.9.05

seguimos...


Y la palabra Adiós
en una hora inesperada decide dejar su sonido
su pronunciación insegura
mudar su corteza
quitar la mirada del que aguarda

y la palabra Adiós
se inclina lentamente
haciendo una reverencia imperceptible
busca nuestro centro
el espacio de su antigua resonancia

y la palabra Adiós
se hunde en nosotros
como una piedra que atraviesa el agua
para ser solamente desolación
que no se nombra

27.9.05

cric cric

(I)
Hablo solo desde hace tantos años,
Que ya no me importa
Quién es el que habla.

(II)
Con las cabezas de los caballos de mi infancia,
Hoy barren las veredas.

26.9.05

se me chispotió

hoy estoy más que disperso
1) lo que subí apareció tres cuartas más abajo, se llama paternidad (qué hice - me refiero al blog- mal? cuando hay un texto que está en borrador no hay forma de que aparezca primero al publicarlo?)
2) anoche, en un diálogo intenso con borderline creo haber cometido un error al decir que en ¨matemáticas e imaginación¨ de kasner y newman se explicaba la posiblidad de existencia de un país que en todos los puntos limitara con él mismo, es decir que salir de él significaría volver a ingresar. kasner y newman explican la existencia de un ispa que limita en todos sus puntos con tres países simultáneamente. el error no importa por dos motivos, porque creo que se podría llegar a argumentar la posibilidad de su existencia (al menos en teoría), y porque de él se derivaron varias anotaciones para desarrollar en próximas entregas de este pasquinete. va un avance. hablábamos de la existencia de hombres sin afuera (teoría del país sin fronteras) y de hombres sin adentro (botella de klein). no sigo porque no la tengo clara y dije, estoy disperso, pero vale la mención para comprometer un desarrollo

comentario: La Botella de Klein es una superficie cerrada con una sola cara y sin interior.
p/d: es el deseo, kaiten, el que conecta a los hombres sin adentro con los sin afuera, y viceversa?
p/d: (ah, anoche me hicieron un regalo muy pero muy significativo, pronto foto)

23.9.05

a hacer los deberes...

Para los que sufrimos de Nistagmus, esa puta invención, algunos trucos para los que ven normalmente es más que un entretenimiento. (El nistagmus es un movimiento incontrolado e involuntario de los ojos, normalmente afecta a ambos ojos y se suele poner de manifiesto al fijar la mirada en una determinada dirección. Todo se mueve, siempre, como si estuviéramos en presencia de un permanente sismo. ¿La escala?, depende: graduación alcohólica, nervios, horas de sueño, si hay o no un sismo, etc).
Vayan pues un par de desafíos (fáciles). Que sean a puro ojo, nada de reglas y borradores.
1) ¿Qué línea es la más larga, la que va de A a B, o la que va de B a C? 2) Hablemos de triángulos: si las cuatro piezas del triángulo superior son las mismas que las del inferior, ¿por qué sobra un espacio? ¿Cuál es el secreto de este extraño puzzle?

informes

es de esos mediodías donde sin comentarios, asintiendo permanentemente con la cabeza, estaría de acuerdo con cada hipótesis de fin del mundo de los habituales mensajeros del más allá que visitan mi casa. léase adventistas, testigos de jehová, ya sabemos.
el cielo está poblado de grandes escarabajos que avanzan lentamente, va a llover. pero lo peor es esta interminable montaña de papeles que debo descifrar para hacer dos informes, dos ciclos de dos contratos que se cierran. argumentar todo lo que hice y por qué lo hice, con la única sensación de que estoy quedándome sin laburo (casi). aún así, me consuelo pensando qué sería de nosotros si estos difundidos informes finales, deberían también hacerse cuando uno termina con las relaciones afectivas. me imagino redactando las diferentes argumentaciones, los objetivos cumplidos, las recomendaciones (imaginate: no le regales flores, no uses camisas a cuadros, levantate al alba para que el día rinda), descripción de los productos, los indicadores de avance (y retroceso), etc.
bueno bueno, no está tan mal después de todo cerrar así nuestros ciclos laborales, a fin de cuentas laburo va a haber, ya va a aparecer algo, el día está mejorando

22.9.05

PATERNIDAD

La ató a la cama, totalmente desnuda. El torso estaba en el centro. Los brazos y piernas, trazaban dos diagonales. Su cuerpo era imposible de describir. Poseía una belleza inusual. La piel sólo cambiaba de color cerca de los pezones. Se quedó observándola, hasta que su respiración se normalizó. Corrió suavemente la cortina dejando entrar muy poca luz.
Siempre se había preguntado por qué no podían tener hijos si los necesitaba tanto. Laura no quería hablar del tema, como si no le importara, como si lo que él sintiera no tuviera importancia. Pero había llegado el momento. Lo había planeado durante mucho tiempo. Él tendría hijos, los más soberanos hijos que pueda tener un hombre, los más amables hijos que jamás hayan pisado tierra alguna.
Extendió la colección de monedas, ordenadas cronológicamente. Ella, que siempre se había entregado dócil a sus juegos, sintió un estremecimiento que agitó su respiración, hizo crecer los pezones y contrajo su vagina. Luciano le tapó los ojos con dos grandes monedas y comenzó a distribuir el resto sobre todo el cuerpo.
El metal frío sobre los pechos, el abdomen y la pelvis, la hizo gemir. Con los ojos fijos en ese cuerpo resplandeciente y escamado por las monedas, supo que estaban frente a él las dos grandes pasiones de su vida, y con ellas, engendraría la descendencia.
Tomó una moneda pequeña, la sumergió en el pote de miel que estaba junto a los restos del desayuno, y la adhirió al extremo del pene. Se arrodilló entre las blancas piernas, suavemente con las dos manos abrió el húmedo sexo hasta ver la profundidad de la vagina y la penetró. Desesperado, como poseído por un odio sin límites e inhumano, como si fuera una espada que un antiguo y ciego guerrero blandiera, fue y vino y fue, hasta que a ella le sangraron los tobillos por el roce de las cuerdas. Cuando los cuerpos se separaron, ambos estaban tatuados por rostros de próceres y números.
Después sobrevino la locura. De a una, fue introduciendo numerosas monedas en su vagina, hundiéndolas con la lengua, los dedos y el pene. Los gritos no podían ser escuchados, ni siquiera por él. Cuando estuvo convencido de que la había fecundado, salió de la habitación y se dispuso a esperar el deseado momento de la paternidad.
Pasaba las horas consultando sobre cómo cuidar a los niños y sobre cómo ser un buen coleccionista de monedas. De a ratos, ingresaba a la habitación para verla.
Al día siguiente ya no se quejaba y el vientre había crecido. Sin lugar a dudas seré padre, se dijo, y fue a hacer las compras. Almorzó y durmió una larga siesta.
Al atardecer, ella apenas pudo dirigir los ojos hacia la puerta cuando sintió los pasos. Era un último gesto clamando piedad. Pero volvió a retirarse como presintiendo que sus hijos, los ansiados hijos, no tardarían en nacer, y que él, como todo padre en esos momentos, poco tenía para hacer. Esperar, sólo esperar.
No supo si el fuerte viento azotando las persianas o el olor nauseabundo que venía del dormitorio, lo despertó cuando el día ya había despuntado. Corrió llevándose la mano a la cara, como diciendo ¨no debería haberme dormido, justo ahora¨, y después se tapó la nariz. La escena era patética. Con el cuerpo casi en posición fetal y de costado, ella tenía una expresión que era una equilibrada composición de dolor y alivio. Los ojos totalmente abiertos y un oscuro líquido drenaba lentamente por la boca y las fosas nasales. Aún estaba tibia, embadurnada con materia fecal, semen y orina. Quedó mirándola, como si no entendiera, como si presenciara un espectáculo donde no había participado, hasta que pudo ver una moneda de oro que asomaba entre los dedos del puño cerrado. Y no pudo contener el llanto.
Abrazó el cuerpo de Laura, agradeciendo a Dios la posibilidad que le estaba brindando de ser padre y comenzó a juntar cada una de las monedas como un hambriento frente a los restos de un banquete.
Cuando notó que algunas faltaban lo atravesó la desesperación. Comenzó comenzó a hurgar dentro de la vagina hasta que logró reunirlas a todas. Llenó la bañera con agua tibia y las limpió, de a una, con una ternura que se creía perdida. Las beso de a una, y a través de la ventana, elevó los ojos al cielo.

Hechos a imagen y semejanza, sintió que sus hijos eran Dios y volvió a llorar. Sintió que el mundo entero les rendiría tributo y obediencia. Sintió que su descendencia sería la bien amada por el resto de los siglos. Envueltas en una gran toalla blanca, las llevó junto a su madre. Sonriendo, Luciano las puso frente a los ojos de Laura, fijos, abiertos, que ya miraban más allá de la sangre.

20.9.05

barrer remando

Otro pensamiento que vino a su encuentro fue el de la abuela barriendo el patio. Siempre creyó que abuela Yolanda, a través de ese ritual milenario que consistía en barrer, en frotar la escoba como acariciando la tierra, intentaba juntar todos los seres que habían pasado por su vida o estaban junto a ella.
Las hojas secas en el otoño, los restos de cotillón cuando terminaban las fiestas, las colillas de cigarrillos luego de los velorios, eran fragmentos entrañables de su vida, y necesitaba aunarlos, acercarlos, para después juntarlos y depositarlos en cajas de cartón, como quien recoge los juguetes de un hijo.

Imaginó también que la escoba no era otra cosa que un remo que ella movía intentando retornar a Alemania. Nunca hablaba mientras barría y tenía la mirada perdida. A veces, balbuceaba algunas palabras en un extraño lenguaje y meneaba la cabeza, pero nada más. Barría y remaba y juntaba y abrazaba y remaba.
Lautaro pensó después en la última vez que fue a visitarla. Abuela Yolanda había tenido que mudarse a un pequeño departamento, porque había enviudado y sus piernas ya no le daban. Fueron de paseo por el viejo barrio donde habían vivido durante muchos años. Recordó que en el mismo lugar donde antes se erigía la casa que los había visto nacer, ya demolida, en ese momento, había una gran excavación. Guardaron silencio, un largo y placentero silencio. Abuela Yolanda tenía la mirada perdida nuevamente, y Lautaro tuvo la certeza de que la vieja lo había logrado. Pudo verla por un momento saludando desde lo alto, con su batón oscuro, junto al único hombre de su vida de ojos profundamente azules que arrojaba caramelos, saludando y remando, barriendo y abrazando y remando, mientras una pequeña isla flotante se alejaba con rumbo a Europa, con la casa y el amplio patio. Vio a abuela Yolanda, saludando y remando, hasta que un pequeño punto terminó perdiéndose en el horizonte.

LAS 7 DIFERENCIAS


Para mi es sencillo porque fui yo quien sacó las dos fotos.

La primera, en el zoo de Córdoba, una mañana tan fria que lo único que podía confirmar por si misma era que sólo yo y mis dos hijos estaríamos dando un paseo matinal entre animales encerrados. La segunda, en mi casa, compartiendo unos mates con ese gran escritor argentino que está a un paso de la fama: el paso que está vedado para los que pueden ser confundidos con un mono en una mañana fría y desolada. Ojo, no hubo producción, lo encontré así, en esas condiciones (hablo de Borderline Carlito, no del mono).

Por esto, va el juego. Anote en los comentarios las 7 grandes diferencias que puede observar comparando las fotos, y estará ayudando a mi gran amigo a tener argumentos para dar ese gran salto. Lo necesita.

Con esa cara...

Para los que hemos crecido bajo el viento del chaco santafesino, en esas tierras donde los insectos y las alimañas son capaces de cambiar el paisaje en un par de horas (suficiente como para despertar de una siesta y no saber dónde estamos), de niño pensar en la nieve era atravesar eternidades y trepar montañas desconocidas, era mirar postales donde un cabrón papá noel se acercaba en trineo . El tiempo, por fortuna, me llevó a conocerla un enero en la parte más sureña de la cordillera, pero estaba retirándose; nos sirvió para achinar los ojos mirando lejos. Estuvo bueno, escalamos el Tronador, pero algo faltó a la cita: no pude verla caer.
Revanchas si las hay: en julio, en Traslasierras por un par de horas se hizo presente, poca pero estuvo revoloteando como si presenciáramos una corriente migratoria de mariposas. La nieve. Me llenó de alegría y de tristeza (no voy a aclarar ni mierda tamaña contradicción), pero por sobre todas las cosas tuve por primera vez conciencia de las tres dimensiones, tuve conciencia de la profundidad. Dos horas caminando con ese algo que se anteponía a los objetos me produjo un estado muy especial. Algo liviano y frágil, trazaba curvas arbitrarias en el aire, le daba volumen al espacio. Conocí la distancia, en síntesis. Después, para no ser menos, hice el muñequito pertinente y taché de mi agenda una deuda pendiente. Dos en realidad, porque por un momento sentí que podía apretar las distancias hasta hacerlas pequeñas.

19.9.05

anne y mary

(Fragmento de novela aún no terminada)
No hablaron hasta que estuvieron sentados en dos amplios sillones que daban al ventanal. Para Atilio, la existencia de mujeres piratas no era tan fácil de responder, fundamentalmente cuando trataba de desentrañar, a partir de documentos y tratados, cuál había sido la verdadera relación entre Anne Bonny y Mary Read. En segundo plano, había indagado sobre la vida de la irlandesa Grace O'Malley, llamada "Graine Mhaol" debido a su pelo corto; Ching Shih, la reina de los piratas chinos que tomó el control de la enorme flota pirata de su último marido cuando lo mataron en un tifón en 1807; Charlotte De Berry de Inglaterra; Fanny Campbell de Massachusetts; y la despiadada Ann Mills.
Atilio inició lo que casi sería un monólogo. Llevó el vaso repleto de whisky hasta su boca, bebió un largo trago y dijo, sin quitar los ojos del agitado mar que generaba moviendo circularmente el vaso:
- Anne Cormac nació en County Cork, en 1698, como hija ilegítima de un importante abogado irlandés, William Cormac y de la criada de la familia, Mary Brennan. Después del escándalo, sus padres marcharon a Charleston donde su padre ejerció como abogado y se convirtió en un rico comerciante. Anne era una niña con mucho temperamento que montaba a caballo y usaba las pistolas mejor que muchos muchachos de su edad. El genio de Anne era bien conocido y se cuenta que cuando era una adolescente apuñaló a una criada inglesa de la plantación con un cuchillo de carnicero. Aburrida de la vida tranquila en la plantación de su padre, Anne buscó nuevas aventuras y se enamoró de un antiguo pirata llamado James Bonny. Se casó con él y adoptó así el nombre de Anne Bonny. Al parecer, James había planeado robar la plantación de Guillermo Cormac a través del matrimonio con su hija, pero el padre de Anne lo descubrió y la desheredó.
- Buen comienzo, agregó Lautaro
- Si - asintió Atilio con una rara expresión en el rostro y dejando el vaso sobre la mesa -, la leyenda cuenta que como venganza, Anne quemó la plantación de su padre, aunque este hecho no consta en ningún documento de la época, pero no importa, esta bueno igual. James Bonny se llevó a Anne a las Bahamas, a New Providence (actualmente Nassau), donde se convirtió en el informador del gobernador Woodes Rogers en su lucha contra los piratas. Al poco tiempo, Anne le abandonó por John "Calico Jack" Rackham, un antiguo pirata que había obtenido un perdón real. Jack le compraba regalos y la invitó a abandonar a su marido por él. Parece ser que Calico ofreció dinero a James Bonny para comprar la libertad de Anne, pero James recurrió al gobernador para retenerla. Entonces Anne y Jack decidieron huir y volver a la piratería.
- Se pone bueno el asunto, pero debo ir al baño, vos seguí hablando que yo escucho, dijo Lautaro
- Cuando Anne se quedó embarazada, Calico Jack la llevó a Cuba y la dejó en compañía de unos amigos para dar a luz a su hijo. Anne esperaba tener una niña que la ayudara a establecerse en tierra, pero el bebé nació dos meses antes de lo previsto y murió al cabo de una hora de nacer. Anne estaba destrozada por la pérdida de su hija cuando Jack la fue a buscar y se la llevó a New Providence para que se recuperara. Anne vestía ropas masculinas, era experta en el manejo de las pistolas y del machete y era considerada tan peligrosa como cualquier hombre pirata. Jack acogía a marineros de barcos capturados como tripulación forzosa para sus barcos. Un joven marinero capturado llamado Mark Read resultó ser una joven inglesa cuyo nombre era Mary Read. Rackhan permitió a Mary continuar con su disfraz y unirse al grupo. Ambas se hicieron muy famosas por sus múltiples hazañas en el mar y por demostrar más valor que muchos hombres.
- ¿Qué indicios hay de que eran más valientes que algunos hombres?, apuntó Lautaro, retornando del baño, con el rostro mojado, sin camisa, asegurándole a Atilio que había seguido el relato
- La última batalla, por ejemplo, sentenció Atilio demostrando que sus conocimientos eran suficientemente profundos como para establecer un diálogo que prosiguiera de acuerdo al interés de su interlocutor. Mirá, en octubre de 1720, la recompensa por sus cabezas era bastante elevada. El gobernador de Jamaica se enteró de la presencia de Calico y envió un barco armado para capturar al capitán y a la tripulación. La nave de Calico, llamada "Revenge", Venganza, fue abordada por sorpresa y solamente Anne y Mary lucharon en cubierta mientras los demás piratas se emborrachaban en sus camarotes. Todos, junto a Anne y Mary fueron capturados, pero ellas confesaron ser mujeres ante el tribunal y abogaron por ser juzgadas separadamente de los hombres. Tanto Anne como Mary conocían la ley inglesa que prohibía colgar a una mujer embarazada y por eso hicieron llamar a un doctor que confirmó que ambas eran mujeres y que estaban embarazadas de unos seis meses. Entonces el tribunal ordenó que serían juzgadas por separado después de que dieran a luz, pero igualmente fueron condenadas a la horca.
- ¿Murieron las dos en la horca?, apuró Lautaro
- Mary Read escapó de la horca al morir de una fiebre mientras estaba en la cárcel. Anne, sin embargo, recibió varios aplazamientos de su ejecución hasta que misteriosamente desapareció de los expedientes oficiales. Hay diferentes teorías sobre su supuesto final. Se cree que su padre, que tenía contactos en la isla, perdonó a su hija y la rescató para traerla de nuevo a Carolinas, donde le consiguió un nombre nuevo y una nueva vida a sus 20 años. Pero hay otras teorías que afirman que volvió con su marido, o incluso existe el mito de que se hizo monja.
Los vasos volvieron a llenarse y durante un largo rato la conversación pareció diluirse, hasta que Atilio, revolviéndose el pelo con ambas manos y cerrando fuertemente los ojos como acusando cansancio y confusión, preguntó si le parecía interesante que relatara los orígenes de Mary Read. Lautaro se incorporó un poco más y asintió con la cabeza.
- Mary Read llevó una vida de hombre durante la mayor parte de su existencia. Era hija ilegítima, nació en Londres en 1684 y su madre la vistió de chico para que un día pudiera ser su heredera, haciéndola pasar ante sus familiares como el hijo que en realidad había fallecido. A la edad de 13 años la emplearon para una rica mujer francesa, pero pronto la abandonó y se enroló en un barco de guerra. Algunos años más tarde dejó la nave, pero sólo para alistarse en el ejército de tierra. Luchó en Flandes, demostrando gran valor, y cuando se unió al ejército montado se enamoró de un soldado. Confesándole su condición de mujer, se casaron al tiempo. Se marcharon a Holanda en 1698 y abrieron un mesón llamado Three Horseshoes, las tres herraduras, cerca del castillo de Breda. Desgraciadamente su marido murió por fiebres y Mary volvió a vestir sus ropas de hombre. Intentó recuperar su vida en el ejército, pero cuando no lo consiguió se embarcó en dirección a las Indias orientales. Fue entonces cuando el capitán Calico Jack abordó su nave y la tomó como prisionera.
- Jugoso, dijo Lautaro luchando para no quedarse dormido
- Curiosamente, en ese barco se encontró con otra mujer pirata, Anne Bonny, quien también formaba parte de la tripulación de Calico. Anne se fijó en aquel joven marinero de entre los prisioneros capturados y decidió quedárselo. Y vaya sorpresa cuando al quedarse a solas con el joven y al abrirle la blusa descubrió que Mark Read era en realidad Mary Read, una mujer que, al igual que ella, también se dedicaba a la piratería. Mary le confesó que prefería unirse a la tripulación antes que llevar una aburrida vida como mujer y así se convirtió en parte de la tripulación. ¿ Qué tal?, cerró Atilio con una mirada de picardía.
- Algo truculento estás dejando de contarme...
- No sé, hay varias cosas que se sugieren como por ejemplo que la de Mary Read y Anne Bonny es una historia de amor y, como tal, tiene partes visibles, pero lo más grande siempre está oculto, en lo profundo. En la parte visible está un barco (una balandra para más señas), y un pirata, el capitán John Rackam. Ambos, barco y pirata, fueron protectores y cómplices de este amor tan "otro" y "diferente", que la historia de arriba hubo de maquillar para ser escuchada por las generaciones posteriores. Mary Read y Anne Bonny se amaron sabiendo que compartían también la misma esencia. Algunas historias refieren que eran mujeres las dos, que vestidas de hombre se encontraron sabiendo que eran mujeres y como tales se amaron. Otros dicen que las dos eran varones que escondían detrás de las ropas de pirata la atracción que hacia el mismo sexo tenían, y que ocultaron su amor homosexual y sus apasionados encuentros detrás de la complicada historia de mujeres piratas disfrazadas de hombres. En un caso o en otro, sus cuerpos se encontraron en el espejo que descubre lo que, por obvio, es olvidado: esos rincones de la piel que contienen nudos que, al desatarse, desatan pasiones insostenibles; rincones que a veces sólo los iguales conocen. Con el cuerpo levantaron los puentes que unieron los iguales haciéndose diferentes.
- Homosexuales o lesbianas, entonces...
- No sé, travestís siempre, seguro, porque lejos de los barcos vestían ropas de mujer. El final. Mientras los varones se rendían sin presentar resistencia, Mary y Anne pelearon hasta lo último antes de caer prisioneras. Fueron así consecuentes con lo que dijo Mary Read ante la pregunta de si no temía morir, ella contestó que en cuanto a morir en la horca no lo consideraba demasiado rudo, porque si no fuera por eso todos los cobardes se harían piratas e inundarían los mares a tal extremo que los hombres de valor se morirían de hambre; que si se dejase a los piratas elegir castigo, no tendrían otro que la muerte, porque su miedo a ella mantendría honrados a algunos ladrones cobardes; que muchos de los que ahora estafan a viudas y huérfanos y oprimen a sus vecinos pobres que no tienen dinero para obtener justicia saldrían a la mar a robar, con lo que el océano estaría lleno de ladrones como lo está la tierra"
- ¿Entonces?
- No lo sé, ya te dije, la verdad se la llevaron John Rackam, a la tumba cuando fue ahorcado en Port Royal el 17 de noviembre de 1720; y la balandra que les sirvió de lecho y cómplice, al naufragio que la partió.
Es hora de dormir, dijo Lautaro