30.8.14

El río Paraná (Fragmento III)

¿Qué orfebre muta tu geografía,
desprende una isla de otra,
recuerda que todo inexorablemente cambia
y es olvido?

¿Qué otro lenguaje de la muerte cifra tu piel,
tatuada de transparencias y reflejos?

¿Qué verdades de angustia y adioses
resguarda la oquedad de la barranca,
balda arcillosa de esa inefable biblioteca?

¿Qué hilo es capaz de sostener a una vida,
frágil como la flor de la Sagitaria,
cuando arrecia el abrazo maternal de la nada?

¿Qué gritos inaudibles ensayan
las últimas muecas de los ahogados,
los ojos siempre abiertos de los suicidas
que miran después de mirar?

¿Qué caer, qué arrojarse,
qué blanda gravitación los aísla
para ponerlos a salvo?

22.8.14

El río Paraná (Fragmento II)

Hay algo parecido al amor en tus humedales,
en tu inagotable camino de fecundidad marítima.

Frontera meridional de la adolescencia
tu otra orilla,
el vasto horizonte del coraje,
tiene aún el misterio de aquellas piernas.

Desde allí comencé a navegar
detrás de ese otro gran espejismo,
reflejo de luna, con tus menguantes y crecientes,
esa cadencia nombrada y repetida
y siempre nueva.

A las mujeres que amé,
cada una a su tiempo,
les regalé un ramo de margaritas del bañado,
les enseñé el canto de los pájaros,
las ungí con el agua de tus arroyos,
las demoré en los atardeceres,
esa hora en que los sauces bajan a beber
como manadas de elefantes,
las protegí del nocturno pavor de la intemperie.

A cada una de ellas las nombro ahora,
aunque mi voz siga siendo
más tuya que mía.

1.8.14

otra vez


No se cómo podría decirse basta. No sé por qué sobre algo que escribí en el 2003 por la invasión a irak, hoy no hago enmiendas. No sé por qué no entiendo tantas cosas a pesar de tantos años. No se por qué aún sigo haciéndome las mismas preguntas sobre las mismas cosas.

¿Qué hace este libro de Apollinaire marcado en la trinchera
Diciendo ven conmigo muchacho ven a mi sexo que es todo mi cuerpo
Ven conmigo penétrame para que sea dichosa de sangrienta voluptuosidad
Yo curaré tus penas tus inquietudes tus deseos tu melancolía
Con la canción fina y neta de las balas y la orquesta de la artillería
Acuéstate en mi seno como sobre un vientre querido
Ven a mi sexo más largo que la más larga serpiente
Largo como todos los cuerpos de los muertos puestos uno delante del otro?

¿Qué hacen las miradas de mis hijos
Y los hijos de otros hijos entre la risa esquiva y el olor del miedo
Entre el ¨ruido de los ángeles cuando se enojan¨ y la merienda
Entre el grito ahogado en el grito y el paraíso?

¿Qué hacen las lunas de los poetas definiendo las estrategias de muerte
El viento como un murmullo sobre el pájaro vigía
El escarabajo ardiendo en la grieta
Junto a las hormigas acumulando pequeñas hojas para el invierno?

¿Y los dedos de un niño describiendo la trayectoria de un avión en su juego
Las tormentas de arena mutando la geografía y ocultando las huellas del futuro
El cristal empañado con una leyenda de no me olvides
Las inesperadas muecas del reencuentro
El pez colorido que arquea su cuerpo en la profundidad
Qué hacen?

¿Dónde solloza la blanca nube junto a la nube negra
El ojo de un dios fragmentado
La involuntaria persistencia de la memoria
La tribu dispersa bajo la bruma?

¿Tienen los misiles un caracol un gesto una promesa
Un delicado equilibrio en los primeros pasos
Un racimo de uvas bajo la luz de una vela
Una muñeca de porcelana un caballo salvaje una gota
Un pequeño espejo donde la mujer pueda maquillarse?

¿Cómo es el delicado hilo que une la tela rasgada
El último beso el penúltimo abrazo
Construir sobre las ruinas que inventamos
La victoria que esconde nuestra última derrota?