1) Teoría 1: Supongamos que se quiere medir la longitud de la costa entre dos puntos A y B. Una manera de hacerlo sería medir la longitud de la línea recta que une a A con B. Sin embargo como se sabe la costa es, en general, irregular, por lo que es claro que su longitud será mayor que la de la línea recta entre sus dos puntos extremos A y B. Podríamos ahora tomar una unidad arbitraria de longitud H, por ejemplo una barra de 1 metro. Para medir la longitud de la costa llevaríamos esta barra a lo largo de ella y contaríamos las veces que la barra cabe en la costa. A este número, lo llamamos L1. Seguidamente tomamos otra barra, de menor longitud, digamos H/10 (10 cm) y repetimos el procedimiento obteniendo el número L2 (mayor que L1 x 10 porque esta barra más pequeña podrá copiar más fielmente el relieve). Podemos continuar indefinidamente de esta manera, tomando unidades cada vez más pequeñas. Intuitivamente esperaríamos que la sucesión de valores de longitudes que se obtengan para L1, L2, ... (número de veces por la longitud de cada barra) tendería a alcanzar un valor bien definido que sería la longitud de la costa. Sin embargo, esto no ocurre. Pasa que esta sucesión de longitudes aumenta cada vez más y más cuanto más pequeñas son las unidades de medida. Al seguir el procedimiento indefinidamente, la longitud de la costa entre A y B tiende a un valor infinito. Moraleja: cuando aumentamos la precisión más crecen las distancias.
27.5.07
Dos teorías sobre la distancia (+ update)
1) Teoría 1: Supongamos que se quiere medir la longitud de la costa entre dos puntos A y B. Una manera de hacerlo sería medir la longitud de la línea recta que une a A con B. Sin embargo como se sabe la costa es, en general, irregular, por lo que es claro que su longitud será mayor que la de la línea recta entre sus dos puntos extremos A y B. Podríamos ahora tomar una unidad arbitraria de longitud H, por ejemplo una barra de 1 metro. Para medir la longitud de la costa llevaríamos esta barra a lo largo de ella y contaríamos las veces que la barra cabe en la costa. A este número, lo llamamos L1. Seguidamente tomamos otra barra, de menor longitud, digamos H/10 (10 cm) y repetimos el procedimiento obteniendo el número L2 (mayor que L1 x 10 porque esta barra más pequeña podrá copiar más fielmente el relieve). Podemos continuar indefinidamente de esta manera, tomando unidades cada vez más pequeñas. Intuitivamente esperaríamos que la sucesión de valores de longitudes que se obtengan para L1, L2, ... (número de veces por la longitud de cada barra) tendería a alcanzar un valor bien definido que sería la longitud de la costa. Sin embargo, esto no ocurre. Pasa que esta sucesión de longitudes aumenta cada vez más y más cuanto más pequeñas son las unidades de medida. Al seguir el procedimiento indefinidamente, la longitud de la costa entre A y B tiende a un valor infinito. Moraleja: cuando aumentamos la precisión más crecen las distancias.
22.5.07
el gran puteador, por si tenés un juanete
2) (Y no soy border eh) Anoche, para variar, se me complicaron obligaciones laborales y me pasé muchas horas yendo de la compu al living buscando soluciones, música bastante fuerte y la tele prendida. Vi de a ratos una peli bien de cuarta: Una relación peligrosa con Ben Affleck, Terry Camilleri, David Backus, Lenny Venito (ni la más puta idea). Larry Gigli recibe un encargo de la mafia: secuestrar a Brian, el hermano menor con problemas psicológicos de un fiscal federal, para evitar que un capo vaya a prisión. Escondido con su víctima en un departamento de un ambiente, Gigli recibe la visita de Ricki, una chica vital pseudo lesbiana y de espíritu libre enviada por su jefe como refuerzo (y con la que termina quedándose, obvio). El secuestrado tenía actitudes recurrentes del tipo llamar infinitas veces para escuchar a una operadora dando el pronóstico del tiempo. En un momento, el secuestrador lo insulta quitándole el teléfono: por qué mierda te interesa saber tanto cómo va a estar el clima? El muchacho sólo respondió: porque me gusta su voz. Me enterneció esa parte.
3) También me enterneció Tomás completando un libro que eligió y sirve para que practique lectoescritura. En un momento, muy entretenido, comentó que lo que debía hacer era escribir tres deseos. Bueno, le dije, y cuáles son? El primero es que podamos hacer la casa en la montaña, dijo con firmeza. Tendré que aflojar con eso de irme a vivir lejos, me parece.
4) Estoy muy complicado con varias cosas, debo visitas reales y digitales a muchos, ya las haré. No sé que mierda tendrá que ver, suena a excusa, a che no se olviden de mi. (Soy así, un traficante de ilusiones diferentes, quizá la culpa fue de todas mis amantes, si me amaron nunca quise y si me amaron no lo sé, yo que soy apenas lo que puedo y no he sido en esta vida todavía lo que quiero. Qué grande el cacho castaña, qué grossssso). Insisto, el trabajo indigna. Quiero divertirme, por eso me voy a festejar con kaiten los 40, me parece. Y mi amiga Silvina ya no me manda fotos. El 1 de junio largo con un micro, por si necesitan: www.proyectame.com. Si más, me despido muy atentamente a dormir una siesta antes de ir a dar clases. Los que me odian se pueden ir bien a la concha de la lora. Eso si, riego las plantas.
15.5.07
pop up de la santa miseria
Es que hoy yo tengo / bien podría decirse / o tuve aunque deba retractarme / esa extrañeza no otra / esa que te brota desde muy adentro / que va a salir pronto como géiser como recién nacido / y es de temer / seguro / pero casi no duele ya / canturrea: nadie mezquina salmuera cuando es de otro la herida la la lalá / come tulipanes eso si / se alimenta de flores que no crecen cerca / ayer no pude ocultar que viene viniendo en medio de la calle y los vecinos la miraban como un coso malo / no sabía se comentaban la verdulera y el carnicero que a este chico le irrumpían esas futuras erupciones / por lo menos fuera fiebre dijo en voz baja la panadera / le saldrían animales salvajes pequeños asteroides y miraría quietito con ternura / sin embargo va y viene / ¿y quién espera? / ¿qué debe esperar? / me gustaría que esta luz fuera corpórea digo además / me haría real / y buscaría un cono de sombra quizá para troquelar tu boca / y gritarme de vos mientras el bombardeo no cesa / gritarme cosas simples como es necesario pintar las paredes / boberías / es que a veces todo se detiene / y más tarde no llega tan rápido / decía / una extrañeza de la que desconfío cada vez / veremos
14.5.07
lo que nos queda
Un andar pendenciero, de confines. Un andar buscando camorra. Como esos cumpas insoportables de la secundaria. La bronca tiene eso. Lento peregrinaje como los atascamientos en las autopistas, como las colas de ingreso a los estadios. Una velocidad inexorablemente definida por otros. Ni más rápido ni más lento. Una guerra poco astuta para el invierno, descalza y famélica. No hay dónde sentirse. Ni el orgasmo te quita la certeza de la angustia, tampoco lo hace el ritual de caminar 40 minutos a paso sostenido. Se habla como titubeando, como contradiciéndose. Somos un grito quebrado, ahogado a mitad del grito. La bronca tiene eso.
12.5.07
7.5.07
hola frío
Hace frío. Me doy cuenta desde la cama porque los pájaros encrespan las plumas, supongo que para tener una capa de aire caliente más gruesa. Siempre me gustó ver cómo duermen los pájaros con la cabeza debajo de un ala, como diciendo esta luz de mierda o pasame el pasamontañas. Cuando salgo de la cama me doy cuenta que hace frío porque lo siento en las manos, y porque me dan ganas de tomar algo caliente y enroscar como boas los dedos a la taza. Conozco dos tipos de boas: curiyú y yacaniná, las tuve muy cerca muchas veces. El frío es constrictor también, te aprisiona a los recuerdos, a las necesidades más básicas, más inclementes, me parece. Podrías cantar en voz baja a camilo sesto o cacho castaña o simone, después te enderezás y decís si si zappa, cassandra wilson, gary burton, pero nadie te cree ya. El frio te devolvió tu fracción de hombre pedestre que acomodó el cuerpo a la ropa el ojo al maquillaje o simplemente se diversificó. Qué palabra diversificar, no? Antes se pasaban todo el día con un disquito de pasta, dale que te dale, la púa se levantaba al final, hacía unos movimientos tipo robot simulando que iba a deternese en la posición de apagado y retornaba a la primera pista. Ese movimiento me petrificaba. Yo era de los que miraban con una lupa las pistas y decía cómo mierda puede ser que salga música; es un problema de familia porque mi papá miraba la radio, mi abuela el televisor, mi hermana las figus de sara keith con brillos, mi tío la chipera, mi mamá la máquina de coser eléctrica, mi primo las empleadas del barrio. Después yo crecí y aprendí, tenés que esperar cuando deja el trapo sobre el secador, ahí, en ese momento, pero tenía que ser verano obviamente, en invierno se complicaba. Ni. A todos los de mi familia los podrían dibujar con cara de sorprendidos mirando artefactos y varios firuletes dentro de los globitos. Es bueno el frío, pareciera que no hay cosas urgentes, nada de apurate que hay que aprovechar el día aunque el día sea más corto. Vamos a aprovechar para lustrar estos candelabros de plata dice la tía. Hasta podés escribir tipo picada cervecera, mientras hacés esto y aquello, un poquito de acá otro de allá y todos dicen qué rico o prefiero no comer (pero cumpliste). No tenés unos lupines?. No no, tengo mostacholes burbujeando como un géiser.
3.5.07
te percibo
A pesar de que las imágenes de arriba son idénticas, las vías de la izquierda parecen más inclinadas. (Si te querés comer la explicación, problema tuyo)
2) Mark Twain: "¿Para qué gastar tu dinero buscando tu árbol genealógico? Vuélvete político y tus adversarios lo harán por ti."
3) Si los nombres de todos los infinitos números fueran ordenados alfabéticamente, el catorce sería el primero. El uno se fue al carajo.
4) Todo es relativo, menos el hipo.