24.10.07
subibaja
0) BAJA: Mi lista de pendientes 2007 se ha reducido de dos páginas a un par de líneas. Toco madera.
1) SUBE: Hace unos quince días, yendo al valle de la luna y al parque de talampaya, decidimos hacer un camino que pasa por la estancia jesuítica las candelarias, unos 80 km de ripio en camino de sierras. Muy lindo todo pero a la horita y media de haber salido de córdoba y con el único ser vivo que cruzamos, y que conducía una camioneta en sentido contrario, choqué. Sendas mujeres intercambiaban rostros de pavor mientras sendos hombres se mostraban los papeles del seguro, o viceversa, no recuerdo. Sendos vehículos reflexionaban sobre el principio de impenetrabilidad de los cuerpos; el mío (bastante destruido respecto a la chevrolet modelo setenta y pico) diciendo cosas del tipo: autos eran los de antes. Pero el dato curioso no es ese, sino el diálogo después del choque:
- Buen comienzo para unos días de descanso, dije.
- No te pongas así, dijo elena (la mujer de mario), por qué no se vienen a comer un asado con nosotros y después siguen, más tranquilos.
Mis pensamientos no estaban en orden, tenía esa repentina mezcla de resignación, dolor, alivio, bronca, de por qué a mi justo ahora, eso. Pero me ganó el vamos a ver qué pasa. Comimos bajo la sombra de un molle. En un momento, miré el árbol y recordé que molle proviene del quechua mulli, que significa brillante. Nos dimos un fuerte abrazo y prometimos con mario ir a pescar truchas a un lugar que sólo él conoce. Truchas de kilo y medio eh, dijo. Cosas extrañas.
2) BAJA: Declaré día de descanso ayer. Hurgué los libros pendientes pero no había ganas. Me tiré en la cama, llené la pipa y me entregué a sus badenes. Encendí la tele y en canal volver estaba iniciando Patrulla Norte, una peli argentina de Enio Echenique que pinta a la gendarmería nacional contra una banda de contrabandistas, con Ricardo Trigo, Roberto Airaldi, Carmen Valdez y Miriam Sucre. Mundial.
3) SUBE: Amílcar, el aprendiz, subió a la montaña para reencontrarse con su maestro. Las consultas que realiza pueden leerse en su diario denominado: Subo confundido, consulto, y bajo la montaña más confundido que antes, además de cansado. (Oiga Master, póngase Internet, dicen que una vez le dijo Amílcar, pero no se sabe si es cierto).
Última consulta:
- Maestro, ¿cómo debo recuperar al Gran Hombre que vive en mí?
- No sabemos si eso puede ser posible. Por el momento, no abandones la idea de que algo aún vive en ti. Después veremos.
12.10.07
pasiones en yutú (tropicalísima, twistera, romántica!!)
La voy a hacer cortita (porque la mía es cortita). No es difícil para los que conocen a cip (en sus diferentes versiones), decir si si (o she she) tiene pésimo gusto para la música cada tanto. No-me-to-quen por ejemplo, a cacho castaña, leo dan, pasteles verdes, y tantos otros. Y menos, las viejas pelis argentinas por canal volver con palito, sandro, etc. (Uh, el soldado chamamé!!!). Cuando ando corto para decir cosas ¨importantes¨, me dedico a escuchar y ver esas cosas. Como estos últimos días. Y por lo que presiento, hay unos cuantos más que tienen ese delicado placer, y otros tantos a los que les jode que uno ande solamente desparramando direcciones de yutú. Me importa un carajo. Hoy no puedo hacer otra cosa (es más, mañana me voy de paseo y estoy haciendo una fina selección de tales vallenatos, cumbias y románticos). Propongo entonces un servicio a la comunidad, a mi comunidad, a mi amada comunidad de almas destrozadas y mentes absolutamente en blanco. Yo postulo mi top ten (y algunos más) y el que quiere, reordena o sugiere otros, y tira algunas pasiones de yutú. Pongamos dos décadas: 60 a 80. Van los míos:
0) Cacho Castaña
1) Nino Bravo
2) Armando Manzanero
3) Leo Dan
4) Los Iracundos
5) Los Pasteles Verdes
6) Jimmy Santi
7) Los Doltons
8) Manolo Otero
9) Manolo Galván
10) Nelson Ned
11) El Duo Dinámico
12) Julio Iglesias
13) Sandro
14) Los Belkings
15) Los Kipus
16) Los Palmeras
17) Binomio de Oro
0) Cacho Castaña
1) Nino Bravo
2) Armando Manzanero
3) Leo Dan
4) Los Iracundos
5) Los Pasteles Verdes
6) Jimmy Santi
7) Los Doltons
8) Manolo Otero
9) Manolo Galván
10) Nelson Ned
11) El Duo Dinámico
12) Julio Iglesias
13) Sandro
14) Los Belkings
15) Los Kipus
16) Los Palmeras
17) Binomio de Oro
9.10.07
No son pocas las noches en las que, en la más perfecta oscuridad, abro los ojos y veo. No sé qué cosas veo, pero las veo. Las veo tan brutalmente nítidas que no hay lugar para dudas. Están ahí, una a una, danzando una danza extraña que bien podría decirse que es un ritual. Entonces me incorporo y camino hasta el ventanal que da a la plaza. Y miro la calle desierta.
Me dispongo a decir que algún dios ha desvariado en mi. Pero no, se trata de un ritual de no sé qué encuentros y bendiciones. Un ritual exageradamente humano. Soy la piedra y el caballo, la sombra y el espejo, la espada y el olvido, la palabra que se diluye en la carne trémula. Y espero, abriéndome paso como un náufrago que ya no teme. Permanezco allí un buen tiempo, hasta que el sueño me retrae nuevamente a una cama pequeña.
Cuando despierto definitivamente en la mañana, considero algunos restos y los extiendo en el desayuno. La vida es una provocación que se deja vivir dócilmente sólo por instantes. Me limito entonces a esas inocentes fábulas como encender una hoguera con mis hijos, insistir en que debe crecer un jazmín allí donde no crece, quitarte la ropa y sellar las distancias enredando mi mano en tu pelo, nombrar y escuchar una y otra vez los siempre iguales relatos entre amigos, o escribir algo diciendo por ejemplo: no son pocas las noches, en las que abro los ojos y veo.
Me dispongo a decir que algún dios ha desvariado en mi. Pero no, se trata de un ritual de no sé qué encuentros y bendiciones. Un ritual exageradamente humano. Soy la piedra y el caballo, la sombra y el espejo, la espada y el olvido, la palabra que se diluye en la carne trémula. Y espero, abriéndome paso como un náufrago que ya no teme. Permanezco allí un buen tiempo, hasta que el sueño me retrae nuevamente a una cama pequeña.
Cuando despierto definitivamente en la mañana, considero algunos restos y los extiendo en el desayuno. La vida es una provocación que se deja vivir dócilmente sólo por instantes. Me limito entonces a esas inocentes fábulas como encender una hoguera con mis hijos, insistir en que debe crecer un jazmín allí donde no crece, quitarte la ropa y sellar las distancias enredando mi mano en tu pelo, nombrar y escuchar una y otra vez los siempre iguales relatos entre amigos, o escribir algo diciendo por ejemplo: no son pocas las noches, en las que abro los ojos y veo.
1.10.07
oscuros ósculos: mamá, cuando lo vamos?
1) Oscuros ósculos: una china (27 años) se pasó 27 horas y 40 minutos besando la carrocería de un Chevrolet Lova, ganando la competición (y el auto). Los participantes tenían que demostrar mucho ¨amor¨ por el vehículo. Terminó con labios y piernas casi paralizados: cuando el concurso llegó a las 24 horas, los ¨amantes¨ que aún quedaban fueron obligados a besar el automóvil apoyándose sólo en un pie. Mamá, cuando lo vamos!
2) En Peenemunde, Mar Báltico, donde estaban las instalaciones (II Guerra Mundial) para construir las bombas voladoras alemanas V 1 y V 2, se realizó un experimento con una piloto de planeadores y aviones: Hanna Reitsch. A partir de su contextura física pequeña se adaptó una cabina de pilotaje a una bomba V 1; realizó vuelos exitosos aterrizando siempre en las playas arenosas cerca de la base. Digamos que debe ser el único caso donde la bomba está fuera de una mujer, me parece.
3) Mírame. ¿ Qué ves?
4) El gangoso Siglioni era todo un personaje, dicen. Tenía dos ocupaciones: taxista y fletero, ambas cosas con la misma chatita, allá por el ´50. Le atribuyen diversas anécdotas, pero la que más me gusta es la del radio-teatro. Los más viejitos (tampoco tanto como para nacer allá por los ´50) hemos podido disfrutar de algunas sagas; yo recuerdo dos por radio nacional: la Difunta Correa y Nazareno Cruz y el lobo. Todos los días de 11,30 a las 12, imperdible. Ojos cerrados, pegado a la radio. Una vez que se hacían populares, armaban pequeñas compañías de teatro que recorrían pueblos representando la obra sobre la misma historia. Se llenaban los clubes, las escuelas y las plazas.
Dicen que a Siglioni le tocó llevar en su chatita, una fría noche, a la compañía que representaba Juan Moreira, para realizar la puesta en una localidad cercana. En el camino, levanta fiebre y se descompone uno del elenco. Le avisan a Siglioni que iba a tener que reemplazarlo. La obra comienza, y también la repetida pregunta de nuestro personaje: ¨yña engo e entrar?¨. Le respondían con paciencia: ¨No, Siglioni, aún no tenés que entrar¨, y así durante un par de horas. Hasta que llegó el momento para el gran actor: ¨ahora Siglioni, ahora, entrá!¨. Siglioni enfundado en ropa de gaucho entra en escena y ve a Juan Moreira tendido en el piso, ensangrentado, después de haber sido atravesado por la bayoneta del Sargento Chirino, justo cuando iba a saltar la pared que se interponía entre los policías y su caballo. Siglioni, tal como le habían indicado, lo incorpora entre sus brazos; Juan Moreira, agonizando, lo mira largamente y le dice: ¨llegaste taaaarde, hermaaaano...¨. Sorprendido por esas palabras que no estaban en las instrucciones, Siglioni mira hacia todos lados y responde: ¨y nqué nquerés, si no me dejaban ntrar!!¨
2) En Peenemunde, Mar Báltico, donde estaban las instalaciones (II Guerra Mundial) para construir las bombas voladoras alemanas V 1 y V 2, se realizó un experimento con una piloto de planeadores y aviones: Hanna Reitsch. A partir de su contextura física pequeña se adaptó una cabina de pilotaje a una bomba V 1; realizó vuelos exitosos aterrizando siempre en las playas arenosas cerca de la base. Digamos que debe ser el único caso donde la bomba está fuera de una mujer, me parece.
3) Mírame. ¿ Qué ves?
4) El gangoso Siglioni era todo un personaje, dicen. Tenía dos ocupaciones: taxista y fletero, ambas cosas con la misma chatita, allá por el ´50. Le atribuyen diversas anécdotas, pero la que más me gusta es la del radio-teatro. Los más viejitos (tampoco tanto como para nacer allá por los ´50) hemos podido disfrutar de algunas sagas; yo recuerdo dos por radio nacional: la Difunta Correa y Nazareno Cruz y el lobo. Todos los días de 11,30 a las 12, imperdible. Ojos cerrados, pegado a la radio. Una vez que se hacían populares, armaban pequeñas compañías de teatro que recorrían pueblos representando la obra sobre la misma historia. Se llenaban los clubes, las escuelas y las plazas.
Dicen que a Siglioni le tocó llevar en su chatita, una fría noche, a la compañía que representaba Juan Moreira, para realizar la puesta en una localidad cercana. En el camino, levanta fiebre y se descompone uno del elenco. Le avisan a Siglioni que iba a tener que reemplazarlo. La obra comienza, y también la repetida pregunta de nuestro personaje: ¨yña engo e entrar?¨. Le respondían con paciencia: ¨No, Siglioni, aún no tenés que entrar¨, y así durante un par de horas. Hasta que llegó el momento para el gran actor: ¨ahora Siglioni, ahora, entrá!¨. Siglioni enfundado en ropa de gaucho entra en escena y ve a Juan Moreira tendido en el piso, ensangrentado, después de haber sido atravesado por la bayoneta del Sargento Chirino, justo cuando iba a saltar la pared que se interponía entre los policías y su caballo. Siglioni, tal como le habían indicado, lo incorpora entre sus brazos; Juan Moreira, agonizando, lo mira largamente y le dice: ¨llegaste taaaarde, hermaaaano...¨. Sorprendido por esas palabras que no estaban en las instrucciones, Siglioni mira hacia todos lados y responde: ¨y nqué nquerés, si no me dejaban ntrar!!¨
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