1) Intentaba ponerme a buscar-crear-sugerir-plagiar tres nombres para unos softwares, después de corregir unas notas, entre ellas una sobre equidad en el acceso a los sistemas de salud. Rastreando posibilidades encuentro la página de Goldvish, qué se yo cómo. La recorro rápidamente. Me detengo en las ediciones limitadas. Suena el timbre. Me podría ayudar para poder llevarle algo de comer a mis hijos?. Hablamos unos diez minutos, armo un pequeño paquete. Se va. Retorno. Abro Blogger.
2) En Francia se vendió el teléfono celular más costoso del mundo. El felíz poseedor es un hombre de negocios ruso que lo adquirió para su esposa: algo así como 5 millones de pesos (1.2 millones de euros). Creado por GoldVish SA, una compañía de telefonía, particular digamos, de Ginebra: oro blanco de 18 quilates y 120 diamantes calificados VVS-1, diseñado por Emmanuel Gueit. Dicen, sólo dicen, que la esposa del ruso estrenó el aparatito para comentarle que las hijas no querían que se incinerara, tal lo planeado, el álbum de fotos del abuelo sobre las huelgas rojas de 1917.