
La época de mayor expansión de uso del idioma y de la lectura fue en la década de los 60. A comienzos de los 70, en Argentina se editaban 50 millones de libros y nuestra industria editorial era reconocida en el mundo hispano como una de las más desarrolladas.
En 1976 se editaron en nuestro país sólo 17 millones de libros, donde el 18% eran literarios, en su mayoría, best seller norteamericanos.
La mayor proeza de los dictadores se concretó en Sarandí en 1981, cuando quemaron un millón y medio de libros del Centro Editor de América Latina (ardieron durante tres días). En Córdoba arrancaron con la quema de libros, ordenada por su Interventor, en el Colegio Manuel Belgrano.
La foto remite a otra combustión, en el 77(*). Fresquita la mañana, dijeron los del fondo, mientras comentaban las últimas de Jorge Porcel: El gordo catástrofe, Las turistas quieren guerra, Basta de mujeres.
