31.3.06
El camino es fatal como la flecha
1) Hace varios días que no sé qué hacer. Además, la sensación del paso del tiempo me ha llevado a territorios extraños.
2) Los signos del I CHING están basados en un código binario. Mucho antes del nacimiento de Cristo, el I CHING ya usaba el código binario para producir sus 64 signos.
Bajo la influencia del I CHING, LEIBNIZ (1646 - 1716) un filósofo racionalista alemán, sentó las bases de la lógica binaria. El I CHING le llegaría a través del jesuita Joaquín Bouvet, y creyó ver en él la confirmación de sus teorías. Serían LEIBNIZ junto con GEORGE BOOLE (1815 - 1864) los que sentarían las bases del lenguaje lógico que en el s. XX sería fundamental para la creación de las computadoras.
Los signos del I CHING son una combinación de 6 "bits", lo que nos da 64 combinaciones. El valor de cada una de las líneas puede ser 2 para las líneas YIN o líneas partidas, y 3 para las líneas YANG o líneas continuas. Asì, cada uno de estos HEXAGRAMAS está formado por 2 TRIGRAMAS. Hay 8 TRIGRAMAS BÁSICOS y con su combinación se construyen los signos y se da significado a cada uno de ellos. Además están los llamados TRIGRAMAS NUCLEARES que serían los TRIGRAMAS formados por las líneas en las posiciones 2 a 4 y 3 a 5. Este sistema constituye un auténtico lenguaje lógico. Se basa en establecer relaciones, a menudo basadas en analogías, unas más propias de una era meramente agropecuaria como en la que debió concebirse el I CHING, relacionadas con las estaciones, el clima, y la naturaleza en general, y otras más de carácter social y político, la familia, los hijos, las hijas, los gobernantes, los soberanos, etc. Se forman parejas y jerarquías (la madre - la hija mayor, la hija mayor - la hija menor, el soberano - el gobernante, el ministro - el gobernante, cielo - tierra, etc.) y se estudia el lugar que ocupa cada línea dentro del HEXAGRAMA.
3) El porvenir es tan irrevocable como el rígido ayer.
No hay una cosa que no sea una letra silenciosa
de la eterna escritura indescifrable
cuyo libro es el tiempo.
Quien se aleja de su casa ya ha vuelto.
Nuestra vida es la senda futura y recorrida.
El rigor ha tejido la madeja.
No te arredres. La ergástula es oscura,
la firme trama es de incesante hierro,
pero en algún recodo de tu encierro
puede haber una luz, una hendidura.
El camino es fatal como la flecha.
Pero en las grietas está Dios, que acecha.
Jorge Luis Borges – Para una versión del I Ching