1.11.05

desvalidos


bahia:

1- siempre pensé que sólo en esta época se abrían las sociedades protectoras. parece que no, los desvalidos de antes no se amuchaban en torno a los recetas bucay-lacan-freud-osho-coelhianas, se sentaban frente a frente. si no fuera una iniciativa que data de 1832 y tendría que completar la plegaria, le robaría el título al libro de lundin cody: ¨como salvar tu culo: lo que hay que saber para sobrevivir al miedo, al pánico y a las grandes amenazas de la naturaleza¨

2- ni bien bajé de un taxi se acercó un niño con una pequeña cinta. pida tres deseos, dijo. me sentí raro (por no decir un estúpido) mientras anudaba tres veces la cinta a mi muñeca. después, un par de días después, en la iglesia do Bom Fim me sentí, al menos, acompañado. los peregrinos anudan esas cintas a la reja de entrada. hice el más grande de los hallazgos desde que tomé la primera comunión: la fe, la extraña fe tiene colores, me dije

3- si, nada es eterno, menos cuando el que manda es el consumidor. me imaginé rápidamente una larga hilera de bahianas y sobre sus cabezas, un prolijo tendal de muñecas inflables.