11.7.08

olvido

Amílcar me mira, mastica ruidosamente un caramelo, bate el café instantáneo y sube el volumen de la música. Una combinación casi perfecta para echarlo. Cuando recuerdo que no le queda prácticamente nada en la vida, retrocedo, me siento menos miserable que él por tenerlo, porque él me necesita.

Sin embargo, cada tanto, me sorprende. Hablábamos de amoríos; después de citarme un fragmento del evangelio apócrifo de borges (felices los amados y los amantes y los que pueden prescindir del amor) me dijo: el problema es que vos siempre estás mudando de una clasificación a la otra.

Otra: hablábamos del futuro y el olvido. Quedó en silencio. Asintió largamente con la cabeza y escuché decir:

Enmascararse
Como aire en el aire

Extinguirse

Como agua en el agua


(foto de Silvina Salinas)