29.11.07
me acontecen unas vacaciones
harto de la fama y de los linfocitos y triglicéridos, escondido detrás de la planta de albahaca que se desvive por vivir en la ventana de la cocina, dormido de soñarme en un mundo menos caluroso y con menos gente, rodeado de mujeres que se disputan mis vestiduras y ninguna se acuerda de mi nombre, ampliamente fascinado por saberme menos troquelado que ayer, foráneo, desquiciado, más lúcido que un relámpago que no termina de formarse, trepado a la necesidad de resolver definitivamente la cuadratura del círculo, escindido entre esto y aquello, aburrido de la moral y de limpiar la casa porque la empleada nunca viene y no me avisa, cansado de emborrachar a amílcar para poder profanarle una idea miserable, suspendido, vivo, literalmente vivo, vorazmente vivo, me tomo unas vacaciones, doy de baja a internet y que se pudra la nena, total el mundo es demasiado redondo y cuestabajo como para detenerse si yo decido cosas de tal tipo, que la pasen lindo, amotínense, estrújense, y que el amor les kandisky el periplo, otra cosa no sirve
8.11.07
al don de Occidente
1) El helado más caro del mundo cuesta 25000 dólares. Sus ingredientes combinan 28 clases de cacao con oro comestible de 23 quilates. El "Frrozen haute chocolate" es una creación del dueño del restaurante neoyorquino Serendipity 3 y entró en el libro Guiness de los récords.
A ver niñitos de todas las salitas, vamos a cantar todos juntos: al don, al don, al don Dinero, cada cual cada cual atiende su juego, y el que no y el que no, una prenda tendrá. Al don, al don, al don Dinero...
Yo no se cómo gente así (digo por el que hace el helado, el que lo compra y el que lo difunde) no se muere de gangrena, y encima termina muriendo de un letal desengaño el panadero de acá a la vuelta que por 2 mangos te hacía los brownies más espectaculares del mundo. (Si asesinar no tendría una larga condena...)
2) Ficcionar sobre un nuevo mundo lejano o un pésimo mundo probable y sentirse satisfecho por el diálogo un miércoles a la noche, tomando solamente amargo serrano terma con soda, de cara a una plaza y comiendo sandwich de bondiola y queso, al menos, merece un par de líneas. Al final de la tertulia, nuestra ansiedad por decir cosas hacía que no nos escucháramos, ambos lo sabíamos, por lo tanto cada carancho a su rancho. Si seguíamos seguramente íbamos a ser nuevamente cómplices. El par de líneas:
2. a) Todo comenzó con la homeopatía que emplea remedios carentes de ingredientes químicamente activos. De ahí saltamos a la práctica del yoga, que según se dice, produce un estado de bienestar y de conciencia alterado fundamentalmente por la generación de dopamina y otros, motivada por los ejercicios y la frecuencia respiratoria. Como una alucinación pasajera, digamos. Yo doy fe de ello. Algunos dicen además que es lo mismo que tomarse una pepa con idénticas funciones y que esos estados de irrealidad no son muy convenientes para seres normales (y occidentales). Producen evasión (supongo que también impositiva, pero por falta de consumo). Bien. Después dijimos que un yogui (uno verdadero) para salirse de su realidad debería darse un paseo por el shopping: conciencia superalterada. ¿ Quién puede juzgar hoy en occidente - no conozco oriente- que uno está dentro o fuera de la realidad, si la realidad parece estar en todas partes y en ninguna?
2. b) La fe. Hablamos sobre la fe. La fe en algo, no importa en qué. La ferviente fe que mueve montañas y que puede, por ejemplo, sanar esta inquieta soledad que nos sofoca, a todos, frente a la inexistencia del Otro y de lo Otro. Occidente - no conozco oriente- se muere de una perfecta muerte natural. Siempre vi y leí sobre locos sostenidos siempre por el mismo delirio, pocas veces vi y conviví (inclúyome) con tanto delirio fragmentado, disperso y variable. La fe. ¿ Puedo confiar en vos?
2. c) Para los que suponemos a la naturaleza como única ley fundamental, en estos tiempos también se muestra como una brújula sin norte, girando sobre la mesa. Socaba aún más las fisuras y arde donde ayer jugábamos. Occidente - no conozco oriente- esgrime sus grandes bancos de ADN como si esas futuras réplicas podrían llegar algún día a encontrar algún lugar para sobrevivir.
3) Arriba los corazones. A ver niñitos de todas las salitas, vamos a cantar todos juntos: al don, al don, al don Dinero, cada cual cada cual atiende su juego, y el que no y el que no, una prenda tendrá. Al don, al don, al don Dinero...
4) Oda a Occcidente
espejo de la noche / arráncate los ojos ya no mires / aquí sólo se mueve lo que ha muerto
como inocentes como ínfimos / unos pocos van engarzando esta miseria con la otra / y sólo de vez en cuando / casi por descuido / preservan una gota de agua / en un ópalo de fuego
A ver niñitos de todas las salitas, vamos a cantar todos juntos: al don, al don, al don Dinero, cada cual cada cual atiende su juego, y el que no y el que no, una prenda tendrá. Al don, al don, al don Dinero...
Yo no se cómo gente así (digo por el que hace el helado, el que lo compra y el que lo difunde) no se muere de gangrena, y encima termina muriendo de un letal desengaño el panadero de acá a la vuelta que por 2 mangos te hacía los brownies más espectaculares del mundo. (Si asesinar no tendría una larga condena...)
2) Ficcionar sobre un nuevo mundo lejano o un pésimo mundo probable y sentirse satisfecho por el diálogo un miércoles a la noche, tomando solamente amargo serrano terma con soda, de cara a una plaza y comiendo sandwich de bondiola y queso, al menos, merece un par de líneas. Al final de la tertulia, nuestra ansiedad por decir cosas hacía que no nos escucháramos, ambos lo sabíamos, por lo tanto cada carancho a su rancho. Si seguíamos seguramente íbamos a ser nuevamente cómplices. El par de líneas:
2. a) Todo comenzó con la homeopatía que emplea remedios carentes de ingredientes químicamente activos. De ahí saltamos a la práctica del yoga, que según se dice, produce un estado de bienestar y de conciencia alterado fundamentalmente por la generación de dopamina y otros, motivada por los ejercicios y la frecuencia respiratoria. Como una alucinación pasajera, digamos. Yo doy fe de ello. Algunos dicen además que es lo mismo que tomarse una pepa con idénticas funciones y que esos estados de irrealidad no son muy convenientes para seres normales (y occidentales). Producen evasión (supongo que también impositiva, pero por falta de consumo). Bien. Después dijimos que un yogui (uno verdadero) para salirse de su realidad debería darse un paseo por el shopping: conciencia superalterada. ¿ Quién puede juzgar hoy en occidente - no conozco oriente- que uno está dentro o fuera de la realidad, si la realidad parece estar en todas partes y en ninguna?
2. b) La fe. Hablamos sobre la fe. La fe en algo, no importa en qué. La ferviente fe que mueve montañas y que puede, por ejemplo, sanar esta inquieta soledad que nos sofoca, a todos, frente a la inexistencia del Otro y de lo Otro. Occidente - no conozco oriente- se muere de una perfecta muerte natural. Siempre vi y leí sobre locos sostenidos siempre por el mismo delirio, pocas veces vi y conviví (inclúyome) con tanto delirio fragmentado, disperso y variable. La fe. ¿ Puedo confiar en vos?
2. c) Para los que suponemos a la naturaleza como única ley fundamental, en estos tiempos también se muestra como una brújula sin norte, girando sobre la mesa. Socaba aún más las fisuras y arde donde ayer jugábamos. Occidente - no conozco oriente- esgrime sus grandes bancos de ADN como si esas futuras réplicas podrían llegar algún día a encontrar algún lugar para sobrevivir.
3) Arriba los corazones. A ver niñitos de todas las salitas, vamos a cantar todos juntos: al don, al don, al don Dinero, cada cual cada cual atiende su juego, y el que no y el que no, una prenda tendrá. Al don, al don, al don Dinero...
4) Oda a Occcidente
espejo de la noche / arráncate los ojos ya no mires / aquí sólo se mueve lo que ha muerto
como inocentes como ínfimos / unos pocos van engarzando esta miseria con la otra / y sólo de vez en cuando / casi por descuido / preservan una gota de agua / en un ópalo de fuego
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