29.11.07

me acontecen unas vacaciones

harto de la fama y de los linfocitos y triglicéridos, escondido detrás de la planta de albahaca que se desvive por vivir en la ventana de la cocina, dormido de soñarme en un mundo menos caluroso y con menos gente, rodeado de mujeres que se disputan mis vestiduras y ninguna se acuerda de mi nombre, ampliamente fascinado por saberme menos troquelado que ayer, foráneo, desquiciado, más lúcido que un relámpago que no termina de formarse, trepado a la necesidad de resolver definitivamente la cuadratura del círculo, escindido entre esto y aquello, aburrido de la moral y de limpiar la casa porque la empleada nunca viene y no me avisa, cansado de emborrachar a amílcar para poder profanarle una idea miserable, suspendido, vivo, literalmente vivo, vorazmente vivo, me tomo unas vacaciones, doy de baja a internet y que se pudra la nena, total el mundo es demasiado redondo y cuestabajo como para detenerse si yo decido cosas de tal tipo, que la pasen lindo, amotínense, estrújense, y que el amor les kandisky el periplo, otra cosa no sirve