1) De grande estudié la dualidad onda-corpúsculo, también llamada dualidad onda-partícula. Gracias a la física cuántica, sabemos que las partículas pueden comportarse como ondas y viceversa, según el caso y las conveniencias. Por ejemplo, para explicar algunos fenómenos de la luz se utilizan partículas (fotones) y para otros se utilizan ondas (electromagnéticas). Mirá vos, y yo que de chico pensaba que los fotones se lograban con cámaras gigantes y necesitaban un álbum inmenso. Ahí viene el gran fotógrafo, pensaba, en ese camión traen las fotos.
Además, de chico, yo no creía tanto que uno pudiera tener distintos comportamientos según la ocasión. Una traición la física cuántica. O las estupideces en las que durante tanto tiempo creemos. ¨No se resista hombre, la fragilidad lo termina haciendo suyo¨.
2) Hoy los niños comenzaron el cole. Discursito va discursito viene, una docente entrada en años se retiraba y tomó el micrófono: ¨y como siempre les dije a mis alumnos, aprendan a querer a los números, ellos van a estar para jugar un poco cuando sea honda la tristeza¨. Me conmovió, yo la entendía. Nada mejor que un par de integrales dobles (sin hielo) o resolver la cuadratura del círculo cuando se pianta el amor por ejemplo. Me fui pensando en la profunda angustia que debe haber tenido aquel árabe que inventó el cero, che, un montón de angustia me parece.