Antesala) El hombre frente a dos tensiones atroces: enfrentar su precaria realidad y comprender, por un instante, la vastedad del universo. Entre ambas, en angola un niño trepa a un árbol para ver más lejos, una mujer sujeta los explosivos a su cintura antes de inmolarse en bagdad, una supernova promete un planeta, alguien llora por amor en un baño de amsterdam, se prepara lluvia en atacama, el ave del paraíso - Apus- fue atravesada por un cometa, junto a las vías del subte en osaka una rata lame restos de helado. Y Dios atrapa un insecto, lo deja sobre un pequeño yunque, toma un martillo y luego de un golpe certero, hace una nueva marca sobre la arena.
SUPERLATIVO) Mis hijos, Pedro y Tomás. Sin palabras, para disfrutarlos a troche y moche. Con eso tengo bastante.
0) Volviendo, en los pagos ya, primero el cuerpo, supongo que dentro de unos días el resto. Siento esa extrañeza post-vacaciones, común a todos cuando hay que retomar. Bellos días en bellos lugares con bella gente durante 20 días, qué más. Casi 6000 kms de rutas argentino-brasileras. 2007 en la línea de largada ahora. Como todos los años: buscar laburo, inventar algún sueño, tropezar a menudo y meter un par de goles olímpicos, esto es la hoja de ruta para el inicio y el balance de todos mis años. 40 trabajos (multicolores e idénticamente hartantes), 40 sueños (y qué sueños, aunque casi todos inconclusos), 40 tropiezos (varios con las mismas piedras) y 40 goles olímpicos (algunos hasta con tres arqueros). Aún no consigo esa veterana adinerada que me banque y me obligue solamente a escribir y a tener sexo, así que a ponerse el chalequito de ingeniero, los pantaloncitos de vendedor de ilusiones y a la calle. Nada nuevo bajo el sol digamos, pero hop, hop!!, que para salir de purrete ya hice bastante. Master ahora. Masterizado, al menos. Hop, hop!!!
1) El mejor regalo (Hubo pava - ¿¿??, cortinas - ¿¿¿???, bermudas, remeras, zapatillas, etc) de mis 40: (JB es lo más) Obras completas de Borges (que supe tener pero que presté, ya saben: no hay que prestar obras valiosas -para cada cual- porque no vuelven). Pedro miraba las distintas fotos de Borges preguntando cuál era la más actual (donde Borges apareciera más viejo). Le indiqué cuál era y no lo convencí. Señaló otra diciendo: Papá, ésta es una de las últimas; no ves que está casi muerto...
2) De regreso ya, nos mandamos a unas ruinas Jesuíticas en Brasil. Mientras le explicábamos a los niños cómo venía la mano con los Jesuitas, y su relación con los guaraníes, Tomás agregó: eran chotitas las casas de los indios, eh?.
3) Soy un paranoico al revés. Siempre sospecho que la gente está planeando algo para hacerme feliz. J. D. Salinger
casi 4) Intentaba cepillarme los dientes. Entró mi ahijado al baño con una revista. Tío, puedo leerte el horóscopo?. Dale le dije. Sos atento en la escuela?, preguntó. Tenía una revista Billiken, se enojó porque no podía parar de reirme.
4) Para el que disfruta cocinando y/o comiendo, y más si es con otros, compartido digo, cada comida puede traer el recuerdo de esos otros o de aquellos lugares donde el paladar puso la nota. Por ejemplo, hace un rato me antojé con papas fritas y huevos fritos - obviamente, fui a su encuentro- y vinieron a mi mesa dos personas: mi abuela (solía amenazarla con que no iba a comer para que ella preguntara: y si te hago unas papitas con huevos fritos?) y border (no me cuentes, voy a comer frutas, decía; pero voy a hacer papas fritas, le respondía y lo dejaba sin chances). Asado: mi viejo y flia. Canelones: mis socios de Brujas. Cabrito a las llamas: los escritores del (según la definición de Nelson) círculo de la serpiente (aquel cabrito que comimos como a las 4 de la madrugada en el Silo de Jalla). Ostras: JB, Paulo, Joacir. Bourgignon: los compañeros de la secundaria. Cebiche: Panamá y Bolivia. Y así, una larga secuencia de rostros, paisajes y sabores. Que no se acabe la mesa, che.
5) Intento dejar de fumar, ayer y hoy tuve recaídas (está de moda).