21.11.06

Hoy que Dios me deja de soñar*

Hay horas del día que son extrañas. Según los chamanes, estar dormido en los atardeceres puede ser trágico, debemos estar concientes en el momento del traspaso de la luz a la oscuridad. Lo he comprobado.
También algunas horas de la noche son extrañas, fundamentalmente las horas próximas al amanecer.
El sistema de desaparición forzada de personas fue aplicado por primera vez por Hitler a partir del Decreto Noche y Niebla, del 7 de diciembre de 1941. El texto fue reconstruido por el Tribunal de Nuremberg. La orden básica era: los actos de resistencia de la población civil en los países ocupados sólo se castigarán por una corte marcial, cuando: a) hay certeza de que se aplicará la pena de muerte y, b) cuando la sentencia se pronuncie dentro de los ocho días posteriores al arresto. Según palabras textuales de Hitler, el resto de los opositores deben ser detenidos durante "la noche y la niebla" y llevados clandestinamente a Alemania sin dar otra información que el hecho de su detención. El efecto de disuasión de estas medidas radica en que: a) permite la desaparición de los acusados sin dejar rastro y, b) que ninguna información puede ser difundida acerca de su paradero o destino. El texto reconstruido dice: una intimidación efectiva y duradera sólo se logra por penas de muerte o por medidas que mantengan a los familiares y a la población en la incertidumbre sobre la suerte del detenido y por la misma razón, la entrega del cuerpo para su entierro en su lugar de origen no es aconsejable, porque el lugar del entierro podrá ser utilizado para manifestaciones. A través de la diseminación de tal terror (generalmente durante la madrugada) toda disposición de resistencia entre el pueblo es eliminada.
Sarah Kane, la autora de 4:48 Psicósis, se convirtió en una escritora británica de culto por las obras que realizó, por su esquizofrenia y por la brevedad de su vida. Hay estadísticas llevadas a cabo en Inglaterra que dicen que a esa hora los medicamentos, tomados la noche anterior, dejan de hacer efecto.
Desde épocas antiguas, la hora
entre las 4 y las 5 de la mañana es considerada “la hora de los lobos” (mueren los ancianos y nacen los niños); se cree que los demonios se apoderan del alma de los hombres y los obligaban a cometer diferentes pecados, siendo más propensos a la locura.
Dice el tango: será de madrugada, que es la hora en que mueren los que saben morir, ..., mi penúltimo whisky quedará sin beber, llegará, tangamente, mi muerte enamorada, yo estaré muerto, en punto, cuando sean las seis*.

* Balada para mi muerte, de Horacio Ferrer, música de Piazzolla.