13.9.06

Juan Cipriano Torres II

1) Juan Cipriano Torres dejó Caacupé a corta edad, adolescente aún. Tenía un destino: Argentina y más concretamente, Villa Guillermina. Guaraní de pies a cabeza, aprendió el oficio del hachero. Sus brazos fuertes para el quebracho se movieron rápido aquella mañana en medio de la sangrienta huelga obrera de La Forestal (¨Ejemplo más claro de la explotación capitalista de un lugar y su método egoísta que finalmente termina en ser la más absoluta depredación: compra miles de hectáreas de quebrachales, construye las fábricas de tanino, exporta millones de toneladas y, cuando la riqueza natural se termina, se va llevándose hasta los bulones. Deja nada más que tierra arrasada, abandono, miseria, tristeza, decepción. La mejor muestra está en los pueblos abandonados que dejó y que van siendo reconstruidos lentamente por los hijos de los explotados, diría Osvaldo Bayer¨). Me disparé e´la polecía, solía decir Juan Cipriano Torres. Había destripado a varios y logró hundirse en el monte. En la tierra del quebracho. La revuelta comenzó porque a los hacheros se les comenzó a prohibir los pañuelos rojos que, como costumbre, llevaban al cuello, y las camisas rojas que vestían en el trabajo. Según los empleados de la empresa inglesa La Forestal, era “comunista y anarquista”. Trabajador que llevaba pañuelo rojo o camisa granate era obligado a desnudarse, le daban latigazos hasta desvanecerlo y le prendían un cintillo azul y blanco y le hacían gritar bien fuerte: ¡viva la Patria!. Hasta llegó el ejército argentino a reprimir a los que se habían alzado al grito de “¡Oh, añá! ¡Güelga nomá, chamigo!”, levantando el puño y con pocos rémingtons “Colí”, de caños y culatas recortados, que les habían hecho llegar los anarquistas de Buenos Aires en buques que recorrían el Paraná. Juan Cipriano Torres dejaba atrás varios años de sudor y hacha, con dos marcas: una enorme cicatriz que saliendo desde la frente atravesaba un ojo y bajaba hasta el labio, y el estigma de ser un asesino, un traidor a la patronal. (Continuará).

2) A: BESOS AMOR
B: BESOSSSSSSSSSSSSS. No deja de descolocarme lo de "amor" en estas circunstancias, me gusta obviamente, pero a las emociones hay que vivirlas
A: Mensaje comprendido (también es cierto que hay formas infinitas de vivirlas), me voy como la bruma
B: Qué sensible
A: Puede ser. Algo se prende fuego. Me voy a lavar la ropa y a hacer algunas cosas
B: Qué se quema???
A: Ningún mensaje encriptado. Dijiste qué sensible, te dije puede ser (algo se quema). Está bien que las cosas ardan. No tiene que ver con vos, te puse a resguardo de la hoguera.
B: No me voy a dar rosca. Igual fuego amor mayúsculas tiene que ver con todo, con vos, conimgo
A: Así es
B: Veremos si las aves fénix renacen de las cenizas o las consume el fuego o las mayúsculas
A: Veremos. En eso estoy (estamos). Las mayúsculas son siempre. Te preservo de mí, solamente, por un tiempo

3) Me hice un gastito en la feria del libro: El pintor de batallas (arturo pérez-reverte), breve historia del mito (karen armstrong), El otro que no existe y sus comités de ética (Eric Laurent y Jacques-Alain Miller) , La Masonería: política y sociedades secretas (Emilio Corbiére). Con el tiempo libre que ando teniendo, me parece que van a ser las lecturas de las vacaciones de verano, pero ya están acá, esperando como tantas otras cosas. Ea ea pepé!!!