30.8.06

tres


1) En la obra ¨Un Imitador¨, Thomas Bernhard relata que un cartero fue suspendido porque durante años no repartió las cartas que sospechaba llevaban malas noticias y por supuesto ninguna comunicación de fallecimiento que caía en sus manos. Las quemaba en su casa. No era un buen funcionario un cartero que hacía esas cosas. Finalmente, la administración del correo lo hizo internar en el asilo psiquiátrico de Schemberg, donde circula con el uniforme del correo y continuamente distribuye cartas (dirigidas a sus compañeros de asilo) puestas para este efecto por la administración del asilo en un buzón colocado en una de las paredes. Este cartero había pedido desde su internación un uniforme del correo, desde su entrada al asilo había pedido el uniforme de cartero. Thomas Bernhard agrega, según se cuenta: ¨para no enloquecerse¨.
Pues nada, sólo pensaba en las vestiduras y en las investiduras de la locura.

2) - Hijo, ponete las pilas y ayudame con este quilombo que armaste, yo no soy empleado de nadie
- Sí, sos empleado, responde Tomás
- ¿ Cómo? ¿Qué dijiste? ¿Empleado de quién?
- Empleado de vos mismo, papá

3) Pedro habla de los compañeros de grado.
- El más canchero es Nicolás
- ¿Lo conozco?
- No se si lo conocés papá, pero es el que me robó mi novia.