1.4.16

Nadie vendrá por mi a partir de mañana.
Nadie.
Lo sabes, lo se. 

Igualmente nos decimos cosas al oído 
como si nada fuera a pasar.
La lealtad se pronuncia siempre en voz baja.

Y entretenemos la risa recordando aquel día.
Es así. Me besas como si todo fuera solo hoy.

Y te pierdes en la noche como un grito dentro mio.