dejándome?
Inmóvil a esta hora,
abandonado en tu ribera,
en todas las horas, lo sabes,
sólo soy un caminante del trazo irregular de tu pluma,
un caminante que se deja llevar, quedándose.
Yéndote de mi, dejándome,
me llevas aguas arriba,
hacia tu origen,
que siempre es otro
y es el mismo.
Te pareces al tiempo,
blando e implacable,
inexorable senda de lluvia dormida.
Yo no puedo ser otro,
lo sabes,
pero me dejas mirarte, mansamente,
como si dejarte mirar fuera tu forma de mirarme.
Hay compasión en tu dejar mirarte por mi,
hay un eco de mirada en tu peregrinar
para que yo pueda ver mi mirada
como un río seco que te mira ir, incesantemente,
llevándome, dejándome.