
2) Galeano narra que cuando el hijo le dice al padre que le cuente cómo es el mar, le responde “el mar lo tenés que conocer, lo tenés que ver vos, lo tenés que apreciar vos con tu propia mirada”. Tiempo después llegan al mar, el padre se conmueve cuando el hijo lo toma de la mano y le dice “papá ¿me ayudas a mirar?”
3) Me voy a comprar zancos, me los voy a comprar. Ahí va, dirán, el que reptaba, el que una vez dijo otra vez, señores. Ahí va él, el que apadrina señoritas descalzas y furtivas, el que cosechaba algodón en una bolsa de arpillera para saber qué se sentía, el que buscó siempre las mesas de los vértices, los pronombres impropios. El que guarda prolijamente las agendas y era toda una promesa vocearán las vecinas, el que te muerde los labios. El coleccionista de conversaciones, el absurdo, el gran colonizador de planicies estériles. Va él, dirán, allí. Me los voy a comprar. Y voy a andar por la calle, como si nada.