2.8.06

tarde pero siempre

1) Me acordé tarde, no iba a ser el primer alimento del día, pero con los rituales no se puede. Curiosamente había quedado dentro de un frasco de pharmaton (complejo vitamínico) un par de sorbos de la que hicimos hace un par de años. Anoche cenamos y repartimos lo que había en un par de caballitos (vasos pequeños para tequila- recuerdo ahora el dicho "para todo mal, mezcal; para todo bien, también", aunque no debe confundirse mezcal con tequila me explicaron). Listo. Agosto que se venga como se le cante.

2) En toda el área guaranítica, con actitud casi religiosa, se cumple el rito de beber “caña con ruda”, todos los 1º de agosto. El preparado, para combatir lo supuestos males que podrían venir con este mes, se elabora días antes, y debe ingerirse como primer alimento del día. En la actualidad se ha “modernizado” en sus componentes. Del licor fabricado con chañar, algarroba, patay o tunas, se pasó a la caña (la más popular es la caña paraguaya) y el lugar de la “contrayerba” (mezcla de hierbas medicinales) ahora es ocupado por la ruda.

En esta época del año (agosto) se producían grandes lluvias, las que, agregando el frío estacional, provocaban enfermedades, algunas epidemiológicas. Muchas aldeas se diezmaban a causas de las pestes. Los nativos encontraron la forma de combatir los males. A través de sus chamanes elaboraron el remedio consistente en mezclar hierbas con licores, del cual debía beberse un trago al comenzar la estación de las lluvias chaqueñas (hablamos del Chaco Gualamba).

La imaginería guaranítica le adosó virtudes a los componentes y al compuesto mismo. Desde afirmar que una ramita de ruda colocada debajo de la almohada del cónyuge poco cariñoso, cambia su actitud haciéndolo mimoso (¿será para que le cambien las sábanas?), hasta llevar una rama en la oreja para calmar los dolores menstruales (y la anulación progresiva de todos los sentidos, supongo). Algunos médicos antiguos han hablado de las virtudes de la ruda para calmar la fiebre producida por picaduras de avispas (supo usarla Menem, creo), hasta ser efectiva para demorar los efectos del veneno inyectado en una mordedura de víbora (de haberlo sabido antes no hubiese gastado tanto dinero en psicólogos...).

Vamos ruda todavía!