1) Lamentablemente vivo en planta baja y las ventanas están enrejadas. Además, tengo miedo de que por la poca altura, la máquina se sacuda el polvo e ingrese a mi dormitorio con la finalidad de estrangularme. Dos días!!!, dos días desconfigurando, configurando, figurando, ando. Ay, dios, si no tuviera tanta información necesaria en este fucking aparato...
2) Dialoguito:
- Che, cómo anda X?
- No sé, hoy viene. Yo sólo tengo que entregarle el revolver de su abuelo.
3) Acaba de pasar el que vendrá
proscrito, a sentarse en mi triple desarrollo;
acaba de pasar criminalmente.
Acaba de sentarse más acá,
a un cuerpo de distancia de mi alma,
el que vino en un asno a enflaquecerme;
acaba de sentarse de pie, lívido.
Acaba de darme lo que está acabado,
el calor del fuego y el pronombre inmenso
que el animal crió bajo su cola.
Acaba
de expresarme su duda sobre hipótesis lejanas
que él aleja, aún más, con la mirada.
Acaba de hacer al bien los honores que le tocan
en virtud del infame paquidermo,
por lo soñado en mi y en él matado.
Acaba de ponerme (no hay primera)
su segunda aflixión en plenos lomos
y su tercer sudor en plena lágrima.
Acaba de pasar sin haber venido.
(César Vallejo)
4) Transformaciones. Eso. Un amigo (B.) hacía alusión a que a veces (mientras le leía el poema de César Vallejo), un gran cambio puede ser la solución a los problemas, incluyendo 6 meses de coma profundo y despertar en algún sitio desolado de Kenia. Quise darle una sorpresa, pero por poco dinero y sin intervenciones quirúrgicas sólo encontré recursos para perros. Quedó pensando. ¿ Y si después no me sale ladrar?, dijo. Ah, no sé, tanto no sé.